Resulta gracioso como mirando otras imagenes recordamos al instante nuestras anteriores vivencias, aquellas de cuando eramos niños y solo estabamos preocupados en pasarnoslo bien, reirnos con cualquier cosa y sobre todo de disfrutar. Este tipo de experiencias hacen que te plantees muchas cosas, ¿realmente sigue existiendo ese niño de 9 años que se reia por todo?, en lo que se refiere a mi, cada vez tengo mas claro que si.
Y es que es mi forma de ser, me gusta reirme y sobre todo hacer reir, mucha gente dice que conseguir una sonrisa de alguna persona es lo mas complicado, pero me gustan los retos, y casi siempre gano :)
Podria decirse que la anecdota de hoy ha sido gratificante a la par que divertida. En el festival Titirimundi (o Tiritimundi segun javigo), hemos estado viendo una de las actuaciones, y no se porque me he reido bastante, como los niños que estaban viendola, pero no me he sentido extraño, simplemente disfrutaba de lo que estaba viendo porque me ha recordado cuando yo era un niño como aquellos que veian la actuacion y no paraban de reirse, y se ponian tristes cuando acababa el espectaculo. Puede sonar algo cursi, estupido tal vez, pero para mi ha sido como volver a la infancia, y lo agradezco mucho.
Por cierto esta proxima semana tengo que entregar 3 trabajos importantes y no se si llegare, y encima estoy maloo, no me atrevo a hechar la primitiva por miedo a que me salga a devolver.
jejej
ResponderEliminarMe gusta mucho esta entrada Carlos :)
A mí tbn me pasa eso a veces, las sonrisas de los niños son una de las cosas más contagiosas que existen, y sí, puede que haya sonado un poco cursi.. pero shh.. yo te guardo el secreto ;)